“LA USURPADORA”
De la Cruz Rojas, Caté
Después de una reñida contienda electoral terminamos triunfantes, pues eso ya lo sabía desde que empezamos la campaña, pues el 2005 me convertía en la flamante alcaldesa de más de 1300 estudiantes, competencia tan fuerte con tres listas rivales por ello tuvimos que esforzarnos a lo máximo para captar los votos de los estudiantes; representaría y llevaría la voz de mis compañeros a las reuniones del Consejo Educativo Institucional (CONEI),¡que alegría, ganadores!, en la formación matutina me presentaron como tal y entre los aplausos de mis seguidores me invistieron la banda del municipio escolar, en el recreo no faltaron las felicitaciones de profesores, amigos, los chiquillos del primer año se me acercaban para felicitarme diciéndome mi señorita alcaldesa, mi presidenta, pues delante de ellos me sentía tan importante, era prácticamente un ejemplo para mis adeptos, pues la fama ya me había llegado era como uno dice “la chica popular del colegio”, “halas” en los recreos, quejas de los alumnos, así pasó mi primer año de gobierno para luego llegar a la fiesta más esperada del año “las Bodas De Oro” de la Institución Educativa y yo ahí de alcaldesa, era todo un honor y un orgullo, además de ello pues estaba de promo y como era una de las mejores del cole, en la imposición de cordones, me entregaron un cordón dorado por mis 4 años de aprovechamiento académico y había conseguido el segundo lugar a nivel de los quintos años, pues no eran uno ni dos salones sino cinco secciones A, B , C, D y E. Yo en el quinto “B”, pronto llegaría la noticia de un gran viaje para la señorita alcaldesa y una reunión del proyecto educativo local (PEL); el “chisito” así llamamos al subdirector por su estatura y su cuerpito hinchado, me dio la noticia y acepté la condición yo no viajaría siempre en cuando alguien de mi municipio lo haga, pues ni modo tenia que ir a la reunión programada; grande fue mi sorpresa cuando mandaron a otra alumna con mi gran titulo de alcaldesa, pues todo ello era una verdadera trampa al cual caí redondita, pues en el tiempo de mi mandato me había ganado el respeto de un sector de profesores y de un grupillo que me quería ver fuera de todo ello, a la sazón decidí no dejar manchar mi honorabilidad y mi prestigio , reclamé al “ilustrísimo” director porque había dejado que pasara ello, quien burlonamente me respondió que nada podía hacer, y por primera vez llegué a casa y eché a llorar amargamente por tal atropello de derechos, yo que había dado tanto por mi institución, por representar ante cualquier acontecimiento a mis compañeros colegiales, pues no daba la ganas de sacar cara por esa institución porque sentía que me habían tratado muy mal, así llegué a odiar al colegio, fue cuando amigos, compañeros y compañeras del cuarto de secundaria se enteraron del caso, no sé como pero ahí estaban frente mío, apoyándome y brindándome su respaldo, recuerdo con nitidez aquellas palabras que aun retumban en mis oídos “Yanibel cuentas con el apoyo de todos los cuartos de secundaria, eres nuestra alcaldesa ese viaje era tuyo”, en segundos todo el alumnado se había enterado de lo sucedido y venían grupitos de alumnos, unos tras otros a darme su apoyo, ahí comprobé que no era cualquier persona dentro del colegio, me amaban y respetaban ¡Qué emoción!, tenia el apoyo de casi todo el colegio excluyendo algunos integrantes del 3ro “B” pues ahí se encontraba la “usurpadora de funciones” cuyo nombre no quiero mencionarlo porque seria hacerle publicidad, cosa que cuesta en comunicación; el caso no se quedaría en la institución a eso de las dos de la tarde en un programa periodístico de la localidad el hilo telefónico se había copado de innumerables llamadas :
- Caté haz respetar tus derechos, tú eres la alcaldesa oficial no una usurpadora como…
- Es una chinchosa …
- Vamos amiga todo el colegio te apoya!... Y tantas cosas más, era la noticia del día….!!!
Lo que me indignó fue que una señorita de mi municipio llamó con otro nombre para tacharme de personalista, pues era nada menos que la brigadier general del colegio, ella resentida porque algunos profesores le habían hecho creer el cuento que yo estaba reclamando el cargo que ella tenia, cosa que nunca mencioné, nunca llegué a reclamarle pues así era la política y la oposición , en ella uno no sabe con quien trata, pero ese día descubrí que mis compañeros que me eligieron daban legitimidad a mi cargo, y cada vez que lo recuerdo me cusa alegría y emoción, aquellos años ya no volverán, el nerviosismo me invadió y los días del colegio se fueron con ese gratísimo recuerdo.
